Erik Gandini invita al público a buscar su lugar en el mundo

Erik Gandini invita al público a buscar su lugar en el mundo

El director de ‘El cirujano rebelde’ aspira a mostrar “ideas locas desarrolladas por personajes reales”

El cirujano Erik Erichsen y su esposa Sennait, enfermera, son los protagonistas de El cirujano rebelde, una coproducción sueco-noruega (52’ / 2017), en la que el cineasta italiano afincado en Suecia Erik Gandini ofrece un retrato íntimo de esta pareja que ha optado por ejercer su profesión en Etiopía y abandonar el sistema médico sueco, aprisionado por la burocracia.

“Lo que quiero dar a entender con esta película, y es uno de mis objetivos con el documental, es generar ideas locas que son verídicas, ideas locas que son desarrolladas por un personaje real”, dijo Gandini ante el público de MiradasDoc en el auditorio de Guía de Isora durante el coloquio posterior a la proyección de su obra, seleccionada para participar en el concurso internacional al mejor largometraje. “Esta película muestra que, en muchos sentidos, Etiopía es mejor que Suecia, es una idea en la que coincido con Erichsen”, sentenció al explicar que “yo mismo vengo de Italia y me siento tratado así; sin embargo, me llama la atención que este médico sueco, que es un erudito, tenga la humildad y la curiosidad de aprender todo lo que pueda en Etiopía”.

Erichsen es uno de los protagonistas de la película coral La teoría sueca del amor (2015), un documental en el que Gandini ofrece una mirada crítica sobre el Estado de bienestar sueco, que se promueve como un modelo para otros países, mientras el contacto humano queda reducido a la mínima expresión. “Desde el primer día del rodaje de La teoría sueca del amor, el doctor destacó sobre el resto de los personajes. Me sentía muy frustrado por que no tuviera más peso en la película. Así que estoy muy contento de haber podido hacer El cirujano rebelde, porque él y su mujer merecían una historia más larga sobre ellos dos”.

“Tanto para Erichsen como para Senniat vivir en Suecia es aburrido, porque sienten el reto de conocerse e investigarse a sí mismos, viajar y conocer otras culturas; es un enfoque contrario al sentir general en Suecia”, aseguró. El doctor, un cirujano general, no especializado, se veía cada día sometido a una cantidad de tareas administrativas y burocráticas que “sofocaban su pasión por su profesión: operar”. Mientras que su talento no es aceptado por el sistema médico sueco, que funciona con la lógica de la especialización, en Etiopía se le dio la bienvenida a su versatilidad, porque puede operar cualquier cosa.

 

“Esa cualidad le permitió encontrar su lugar. Invito a la gente a pensar que a lo mejor el país donde ha nacido o vive no es su lugar y los invito a que lo busquen, a que vean dónde encajan. Es muy positivo hacer esta reflexión”, insistió Gandini ante el público de MiradasDoc.

 

En Suecia, la cirugía está asociada a la idea de perfección. El sistema de salud se mide por estadísticas de resultados. “Es un ejemplo de cómo la burocracia destruye la pasión, mientras que en Etiopía la muerte está identificada como algo natural, está asimilado que hay que morir y por ello se viven las cosas de una manera diferente. Esta situación supone un estímulo para el doctor”, explica el documentalista, quien, en cualquier caso, se atreve a cuestionar a su protagonista si en su opción por Etiopía también pesa la sensación de libertad que da el no estar bajo control.

Gandini ha asegurado en MiradasDoc que no le gusta la idea habitual entre algunos cineastas de dedicarse al documental “cuando realmente les gustaría hacer ficción”. A juicio del italiano, “el documental es lo más libre, lo más dinámico, es el género que más rápidamente se reinventa y es también el más barato, lo que de alguna manera lo convierte en algo democrático”.

El director recuerda que “cuando empecé a rodar films, hace más de veinte años, la división entre ficción y no ficción era realmente fuerte. El documental a menudo estaba un poco peor hecho, era un poco menos atractivo visualmente, un poco menos entretenido, pero eso ya ha cambiado totalmente. Creo que es un momento estupendo para el documental”.

 

Erik Gandini nació en Bérgamo (Italia) a finales de los sesenta y a los 19 años emigró a Suecia. En 1994 debutó en el cine con el documental sobre la guerra de los Balcanes Raja Sarajevo, y tras el éxito de la obra estrenó Not without prijedor, sobre un grupo de refugiados bosnios en Suecia. Amerasians (1999), su tercera obra, narra la presencia de más de 100.000 niños hijos de soldados americanos en Vietnam. Junto con Tarik Saleh rodó Sacrificio–Who betrayed Che Guevara (2001), donde ofrece la versión del argentino Ciro Bustos, que siempre ha negado haber revelado la presencia del Che en Bolivia. En 2005 presentó Gitmo–The new rules of war, sobre la situación en Guantánamo.

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